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TXTs,
papers, informes, pequeños ensayos, investigaciones y trabajos en
general sobre el impacto generado por lo deportivo en la macrosociedad.
Documentos y testimonios indispensables para tener un panorama lo más
general posible de la importancia de uno de los fenómenos más
impactantes de la modernidad.
* ¡Flor
de pato! Al igual que el ceibo, los dos son oficialmente símbolos
nacionales y si la mayoría ni siquiera los conoce, el resto les resta
todo valor y significado. En otros términos, un deporte que se
marchitó como la flor nacional. La riqueza de una historia que lo
emparente con el fútbol. Sepa por qué nuestros antepasados encontraban
ciertos rastros que los hacía sospechar que por ahí había pasado un
pato... No, no es eso. Porque pato, lo que se dice pato, como los
varones, eran los de antes. El tercer tiempo era lo que contaba. Y los
perdedores, al revés de lo que pasa ahora, pagan a tenedor libre y
canilla abierta. ¡Esos eran patos!
* Un
clásico como Estadios, de Ezequiel Martínez Estrada, enfoque pionero y
crítico del fenómeno futbolero y que abarca incluso más allá de su
visión de la gigantesca metrópolis para abarcar al país y a un
intento de comrpensión de su historia.
* Están
en todas. Vaya cualquiera ahora a recomendarles que vuelvan a la cocina,
a lavar los platos, y resulta que la nena tira guantes, levanta pesas o
es karateca. Y pensar que ayer nomás, los viejos romanos imperiales y
hasta el padre del olimpismo, les dijo nones, en casa, como los gatos.
¡Pierre de Coubertain, volvé, te perdonamos! Un detallado informe de
todas las disciplinas donde ELLAS se han instalado. Eso sí, léalo
siempre y cuando su mujer o novia le dé permiso, no vaya a ser cosa que
cobre por culpa nuestra.
* Al
autor de Rebelión en la granja, Premio Nobel de Literatura, George
Orwell, lo llevaron a ver la gira del Dínamo ruso por Gran Bretaña,
apenas termina la segunda gran guerra del siglo XX, y donde las dos
potencias habían sido aliadas y respetado los pactos por encima de
apetencias y angurrias de poder. Churchill y Stalin se habían hecho
amigos. Pero parece que en la cancha no ocurrió lo mismo y que leerlo
con mucha atención porque no es un personaje pertrechado tras los
libros de una biblioteca el que mira un partido de fútbol, aunque se le
escape algún que otro exabrupto. A sus compatriotas, en las tribunas,
hasta hoy día, aunque en sentido contrario, se les escapan muchos más
y algunas otras cosas. ¿El fútbol es la continuación de la guerra, a
las patadas, en pantaloncitos cortos y con la excusa de una pelota?
* La
vida por un trapo. Empezaron a crecer junto con la megatendencia
del posmodernismo, al revés de la miniaturización de la
microelectrónica. Cada día más grandes, más caras, más pesadas y
con mayor tecnología. Un detallado informe sobre los que creen que el
fútbol es hacer bandera y hasta dar la vida por ellas.
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